El mármol del arco de entrada a la Mezquita de Córdoba, también conocida como la Mezquita-Catedral, es una muestra sublime de la habilidad arquitectónica y la riqueza cultural que define a este monumento histórico.
Este mármol, con su característico brillo y elegancia, no solo embellece la estructura, sino que también simboliza el cruce de influencias entre el mundo islámico y el cristiano.
Tallado con una precisión meticulosa, el mármol del arco destaca por sus intrincados detalles y su durabilidad, que ha resistido el paso de los siglos.